Cuando el discípulo se prosterna ante el hombre cerca de uno muerto que piensa que es su maestro (Tilopa) el dice:- Por favor maestro ya deje de hacer esos estupidos trucos, usted no puede ser un maestro sin un discípulo.
El hombre el responde.
- al fin te diste mi pupilo, ven te enseñare todo lo que se.
El discípulo le responde.
- claro maestro. Pero había una voz que comenzó a resonar en el instante que el discípulo acepto la propuesta y esta le decía.
- Idiota, fallaste otra vez, yo soy el muerto en el cementerio es demasiado difícil adivinar inepto y la persona que esta contigo es un borracho.