lunes, 2 de mayo de 2011

El cuento “ahora seremos felices” como motor impulsador de la solidaridad dominicana.


Por: Stiven González   núm. 12 4to B contabilidad


Para comenzar, hay que resaltar que nos encontramos en un mundo que está fundamentado en valores, valores que le dan un significado más intenso y emotivo a nuestra vida. Pero, dependiendo de cómo apliquemos esos valores a nuestra viva estos, nos definirán como una persona mayor preparada y renovada para las ocurrencias del diario vivir. Pues bien, nosotros solemos implementar un valor durante nuestra existencia que al mismo tiempo, va de la mano con otros valores a partir del mismo. De ahí, viene la importancia de los valores en nuestra vida porque, al tenerlos presentes estructuran nuestra ética profesional, la cual nos sostendrá en el ámbito de las labores diarias. Es por eso, que los valores son importantes e imprescindibles para cada uno de nosotros y, con esto les doy a presentar el tema: El cuento “ahora seremos felices” como motor impulsador de la solidaridad dominicana.

Ahora bien, hay que tener previos conocimientos sobre el valor de la solidaridad, y este no es más que, los lazos sociales que unen a miembros de la sociedad entre sí. Partiendo de esta breve definición podemos decir, que la solidaridad es uno de los valores que más incide en las relaciones personales del mundo. Durante nuestro ciclo de vida se nos acontecen circunstancias complicadas que cambian la fluidez de nuestro ser y en algunos casos, estas alteraciones nos inducen a cometer graves errores. Puede que, de esos mismos errores algunas personas resulten damnificadas y estos no comprendan por lo que pasamos o ni les interese saberlo pero, existen otras personas que si pueden lo aceptan. Eso es ser una persona solidaria, ellos poseen cimientos basados en la compresión de los problemas de las personas, sin importar lo que suceda.

Hasta cierto punto, el valor de la solidaridad es fundamental para las personas quienes quieren abrir su mente a las posibilidades que existen en el mundo. Un claro y conciso ejemplo de solidaridad lo podemos encontrar en el libro “Entre dos silencios” de Hilma Contreras en el cuento “Ahora seremos felices”. En donde llega un extranjero a un pueblo, hay se encuentra con dos personas llamadas Vicente Pedrea que actualmente es un impedido y Marianela su esposa, el extraño es bien recibido por ellos, pero este llega embarazar a Marianela. Al ocurrir esto Marianela se sentía destrozada pero, Vicente le dice “Marianelita querida, no me pidas perdón. Yo no dormía cuando te levantaste aquella madrugada, puede haberte detenido, pero era lo menos que podía hacer mi amor por ti” (Contreras, Hilma, 2008, p.91). Aquí, pudimos ver la increíble y apacible respuesta dada por Vicente, que al mismo tiempo, se transforma en una bendición para su vida porque al fin tendrá un hijo algo que anhelaban los dos.

En cierto modo, este arquetipo resulta ser impulsador para nosotros los dominicanos que ampliamente no tomamos muy en cuenta el valor de la solidaridad en el presente. La Rep.Dom es un tipo de país el que se fundamenta en la supervivencia propia a los problemas que la azotan diariamente y hacen de la misma un desastre. Pero, si implementamos el gran valor que nos transmite Hilma Contreras y su cuento “Ahora seremos felices” llegaremos a cambiar y a ver el mundo de una forma muy diferente. Un cambio que nos dará a conocer el error que hemos estado cometiendo siempre y cada vez más nos ha alejado del progreso que necesitamos para llegar a ser tomados en cuenta. Y, con el Valor de la solidaridad seremos impulsados a ser más comprensivos y solidarios a la hora de enfrentar los desafíos cotidianos, como un país unido.

Por ende, es de suma importancia aportar que, siempre que una persona está enfrente un problema difícil, debemos poner el valor de la solidaridad en primera instancia. Puede que nos suceda a nosotros y tal vez, sea algo disgustoso no ser comprendido por un problema ocurrente que pueda perjudicial nuestra forma de vivir. De ahí, ese problema no nos deje llegar a alcanzar el progreso, como una persona competente tanto en el ámbito profesional como en el habitual. Así, conociendo este valor más a fondeo podremos ser solidarios y ser el cambio o diferencia en nuestra querida nación y tal vez sobresalir entre las demás potencias. Pero eso, solo pasara si nos dedicamos en cuerpo y alma a lograrlo y con esto doy por terminado el tema: El cuento “Ahora seremos felices” como motor impulsador de la solidaridad dominicana.

Referencia bibliográfica:

Contreras, Hilma. Entre dos silencios. República Dominicana: Editora Santuario, 2008.

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