sábado, 30 de octubre de 2010

La persecución del maestro



Cuando el discípulo se prosterna ante el hombre cerca de uno muerto que piensa que es su maestro (Tilopa) el dice:
- Por favor maestro ya deje de hacer esos estupidos trucos, usted no puede ser un maestro sin un discípulo.
El hombre el responde.
- al fin te diste mi pupilo, ven te enseñare todo lo que se.
El discípulo le responde.
-         claro maestro. Pero había una voz que comenzó a resonar en el instante que el discípulo acepto la propuesta y esta le decía.
-         Idiota, fallaste otra vez, yo soy el muerto en el cementerio es demasiado difícil adivinar inepto y la persona que esta contigo es un borracho.

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